Workshop "Turistas medievales"

 

Los turistas medievales teníamos un propósito claro durante nuestro workshop: descubrir cómo era Pontedeume cuando llegaron los primeros viajeros al pueblo. Convertirnos en sus ojos, pies y manos ¿qué veían al llegar? ¿qué comían? ¿qué hacían? 

Antes de empezar a investigar, reflexionamos sobre nuestros conocimientos de la herencia medieval eumesa a través de la destreza de pensamiento “Antes pensaba – ahora pienso”. 

Una vez centrados en el tema, llegamos a la conclusión de que lo primero que necesitábamos saber es qué tierras pertenecían a los señores de Andrade en aquella época. 

Para ello, decidimos subir al lugar desde donde ejercía su poder Fernán Pérez de Andrade, o Boo, benefactor de Pontedeume: el castillo de Andrade. Por el camino, nos paramos para apreciar los antiguos molinos, fuentes y cruceiros y, por supuesto, hicimos muchas fotos. 

Con mucho esfuerzo llegamos a nuestro destino. Allí aprendimos el funcionamiento de un castillo militar, su función y cómo vivían los soldados destinados allí. Además de conocer el sistema de comunicación que usaban para advertir de los peligros a sus compañeros en el pueblo.

El segundo día buscamos información sobre los monumentos que todavía siguen en pie desde la Edad Media y empezamos a elaborar un folleto turístico en el que plasmar todas las cosas que íbamos descubriendo. 

Además, aprendimos el arte de la caligrafía medieval, que desarrollaban los escribas en los monasterios medievales, como el de Caaveiro. Dibujamos y decoramos una letra capitular que sirviera de portada a nuestros folletos.

El último día nos centramos en la gastronomía y las tradiciones más antiguas, como la romería de San Miguel de Breamo. Visitamos la confitería Obradoiro, especializada en recuperar recetas tradicionales de la zona. Allí nos contaron cuáles son los platos con más tradición (Costrada, Manguito, Proia, etc.) y nos explicaron cómo los preparan de forma artesanal. Por supuesto, ¡también los probamos!

Por último, demostramos todo lo que aprendimos en esos tres días compitiendo por parejas en el escape room “El tesoro de Pontedeume”.